La incertidumbre es una gran duda que invade tu vida y
tu mente. Cuando no sabes qué va a pasar con tu vida, resulta difícil tomar
decisiones o dilucidar qué camino seguir, de manera que puedes sentirte como si
estuvieras atrapado en un cruce de caminos sin un solo letrero que te indique
hacia dónde dirigirte.
Los miedos están, siempre
estarán, son parte de nuestra condición humana, el punto es: ¿qué tanta fuerza
quieres brindarle? Cuando nos quedamos paralizados lo único que logramos es
perdernos de disfrutar, de crecer, de vivir la vida con todas las letras.
Decidir quedarnos eternamente perdidos en la zona de confort implica limitarnos
como seres humanos. Sí, quizás sea muchísimo más sencillo mirar la televisión
todo el día que ponerse a leer y a aprender, pero piensa, ¿qué es más
productivo para ti a la larga? Quizás sea más sencillo quedarnos con esa pareja
con la cual hemos construido muchas cosas, esa que ya no quieres, ¿pero qué
sucede si una mejor relación te está esperando?
Cada pequeña decisión de
nuestra vida cuenta y la crueldad del asunto, es que a veces no somos consientes
de que nos estamos equivocando hasta mucho tiempo después, cuando todo está
arruinado o cerca de. La decisión siempre es tuya, a veces sin darnos cuenta
somos nosotros mismos los que terminamos atascados en una circunstancia
espantosa por no haber sabido escapar a tiempo. Nunca es demasiado tarde para
delinear tu destino a tu gusto, ¿te atreves a pagar el precio de lo
desconocido?
Recuerda que dicen que más vale malo que conocido que bueno por conocer..
Luisa Ávila #38
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